10 jun. 2011
Enrique de Castro López-Cortijo
Nació en Madrid el 10 de febrero de 1943. Es licenciado en Filosofía por las universidades de Comillas y Complutense, y en Teología por la de Comillas. Desde 1965 hasta 1972 fue profesor de bachillerato. En 1972, recién ordenado sacerdote, le destinaron a Vallecas y, desde entonces, con una firmeza y un tesón imparables, vinculado al movimiento de curas obreros organizado a finales de la dictadura, se ha volcado en la ayuda a los desheredados sociales. Ha trabajado como cura de parroquia, taxista y pintor de brocha en dicho barrio madrileño, recibiendo a lo largo de su vida muchos apelativos: "cura de los pobres de Madrid", "cura obrero", "cura rojo", "cura de los desheredados sociales", "cura que dejó de ser cura por seguir la palabra de Jesucristo", etcétera.
En 1974 fue nombrado párroco de la iglesia de San Carlos Borromeo, en Entrevías (Vallecas), parroquia que funcionó como tal hasta que en 2007 el Arzobispado de Madrid la cerró y se constituyó en centro pastoral.
Desde 1980 vive con chavales llamados "de la calle" y en su parroquia se dedica a ellos a raíz de la creación y organización de la Coordinadora de Barrios de Menores y Jóvenes y del movimiento Madres Unidas contra la Droga (a favor de su legalización). Otra de sus iniciativas es la Asociación Traperos de Emaús de Madrid, cuyo nombre corresponde a una localidad palestina donde unos desesperados volvieron a encontrar la esperanza; la madrileña es una comunidad de acogida de personas con problemas de adaptación social.
Desde que se instaló en Vallecas, los jóvenes viven en las casas que les proporciona la parroquia, actualmente con muchos inmigrantes, y entre todos crean diversos trabajos para el autoempleo. Los grupos, formados por personas de todas las edades y distintas condiciones sociales y profesionales, se han organizado en defensa de las necesidades de los chicos y chicas contra el maltrato institucional al que han sido sometidos: torturas físicas y psíquicas, retirada de la tutela familiar debido a la pobreza, etcétera.
Sobre lo vivido durante todos estos años, ha publicado tres libros: ¿Hay que colgarlos? (Declée de Brouwer, 1985), Dios es ateo (Ediciones del Quilombo, 1997) y La fe y la estafa (Ediciones el Quilombo, 2004). Los tres han sido reeditados por la Editorial Popular, de Madrid.